La vio sentada en la parte de atrás del autobús. Apenas podía percibir bien su rostro en la oscuridad, aunque podía sentir su mirada. Decidió acercarse sentándose frente a ella. La muchacha no se inmutó ni hizo nada por evadir su mirada; una sonrisa pícara fue la respuesta a esa mirada tan provocadora. La semipenumbra…