COMO CADA ABRIL

La vio sentada en la parte de atrás del autobús. Apenas podía percibir bien su rostro en la oscuridad, aunque podía sentir su mirada. Decidió acercarse sentándose frente a ella. La muchacha no se inmutó ni hizo nada por evadir su mirada; una sonrisa pícara fue la respuesta a esa mirada tan provocadora. La semipenumbra…